sábado, 9 de abril de 2011

HAMBRE




Llevas media vida causándome problemas. Y molestias sin cuento. Te odio y lo sabes .No soy capaz de recordar un solo día en el que no me resultases patético. Hijo mío, no sé ni porqué te llamo así. Es como un último insulto. El clavo que acaba de remachar la tumba, con un sonido que lo deja todo claro.

No eres capaz de comprenderme. No era de tu incumbencia. Ni cuando te pedí que me dejaras a mi suerte fuiste capaz de hacerme caso. Con lo poco que te hubiera costado dejarme tirada por las calles, a mis rollos, a mis cosas. Por fin y por una santa vez libre y olvidada de todos vosotros. Pero no, ni siquiera me dejasteis en paz. Supongo que por el qué dirán. Tú y tu padre me devolvisteis a esta vida inanimada, que sólo tiene sentido con vuestra presencia, claro. Y en la que no me sirve nada renegar de vosotros, porque siempre me tomáis en broma.

Como si estuviera loca. Como si no me empujarais cada día un poco más a ello.

Como si la risa fuera cosa del pasado. Y comprobase, poco a poco, que lo es.


9 de Abril de 2011

No hay comentarios:

Publicar un comentario

 
Free counter and web stats