lunes, 5 de diciembre de 2011

LA MITAD DE DOS Y MEDIO




Abdul está hecho una mierda, pero sigue andando. No sólo eso sino que arrastra la Kalash como si fuera una escoba pequeña. Le va golpeando la pierna herida, pero él no parece ni enterarse. En la mano derecha lleva un par de folios doblados y bastante arrugados. Se detiene detrás del único árbol corpulento que hemos cruzado en mucho rato, y volviéndose bruscamente se me encara.

Apenas domino lo justo el farsi pero esta vez no me hace falta. Abdul me dice en un inglés primitivo, que apenas sale de su garganta, que lleve esos papeles a la Barbería de Abbas en Kabul , si salimos vivos de ésta, le falta añadir .

Se hace de noche y nos separamos. Lo hacemos porque es la idea más inesperada que pueda imaginarse. También es la última vez que veo a Abdul. Llevo sus papeles en el bolsillo de la camisa, donde se empapan de sudor poco a poco. Dos días después me acuerdo de ellos al llegar a un pequeño poblado del valle de Bamiyan .

Tras preguntar un par de veces, encuentro a un maestro de escuela jubilado que me puede traducir el abigarrado texto al inglés, aunque el anciano lo tiene muy olvidado y tengo que sugerirle palabras continuamente. Tras un par de párrafos me doy cuenta de que se trata de una confesión, y le arrebato bruscamente los arrugados papeles al viejo. Abdul confiesa que se ha dedicado durante muchos años al tráfico de estupefacientes, entre otras actividades igualmente glamourosas.

Me acerco al fuego de una hoguera en el patio trasero de una casa y arrojo los papeles a las brasas. Mientras espero como se consumen, pienso en si yo hubiera hecho lo mismo en su caso. Después, el pensamiento se aleja y suelto una carcajada.

A su memoria.


5 de Diciembre de 2011

sábado, 3 de diciembre de 2011

Joseph Conrad y yo




¿ Para qué reírse de tus zapatos gastados en la ternura ?

¿ Por qué abrir el melón de las ansias más guardadas ?

¿ Por donde nos perdemos detrás del tiempo que nos persigue ?

¿ Cuando llegaremos al final de nuestras miserias ?




Escribid y partir.

viernes, 2 de diciembre de 2011

APRIETA LOS DIENTES



- Ahí, detrás de ese árbol !!!

Se ha parado en seco. He tenido tiempo para evitarla, aunque por poco. Apenas hace media hora que estamos en marcha y odio los imprevistos. Toda mi vida los he detestado, y ésta parada lo es. Desciendo de mi montura con toda tranquilidad, como queriendo transmitirla, insuflarla. Pero estalla en pedazos al ver un segundo después lo que ocultaba el tronco del árbol.

- No te muevas.

Inútil consejo. Ha dado la vuelta con una rapidez y precisión hasta ahora desconocidas, y , en apariencia se ha teletransportado a una distancia segura detrás de mí .

Yo no puedo apartar la mirada de la criatura. Pequeña, delgada, de color oscura. Pienso en decir que se trata de una víbora, como si en un conjuro, la exclamación le restara peligrosidad. Pero no me da tiempo. Ante mis agrandados ojos, y a cámara lenta, se transforma en una enana juglaresca, que poco a poco, comienza a entonar un cántico extraño. A mi espalda oigo mascullar lentamente, ‘es el himno del Granada’…

Ahí me doy cuenta de que todo es un sueño. Es decir, sin ningún sentido…


2 de Diciembre de 2011

sábado, 3 de septiembre de 2011

Serpientes de Sueños



Todo lo mío está húmedo, brillando bajo el sol que nos asiste

Tus manos recogen mis desperdicios y se hieren con deseos y besos

Tolero que me roben los restos de mi alma


Pero sólo hasta que despierte .


3 de Septiembre de 2011-09-03

( Foto: La Marister Copyright )

martes, 30 de agosto de 2011

ACORRALADO


Quiero despertar, pero estoy dormido

Quiero correr, pero me faltan las piernas

Quiero saber, pero me falta conocimiento

Quiero vivir, pero me falta la muerte


30 de Agosto de 2011


( Foto : La Marister Copyright )

domingo, 10 de julio de 2011

NADIE TE CUIDA COMO YO




Recojo esa fotografía del suelo del bar. Camino me ha preguntado si se me ha caído. Podía haberlo supuesto. A su edad no se llevan fotos entre las páginas de los libros. A la mía, si.

Apuro el café ya frío y saco un cigarro de la pitillera preparándolo para encenderlo en cuanto salga a la calle. La pitillera es otra antigualla. Ni siquiera he visto que alguien la utilice para guardar los canutos. Canutos, otra palabra viejuna …

Sólo hay doscientos metros hasta la puerta de entrada desde la puerta del bar que Camino me sostiene abierta con una sonrisa. Da justo tiempo a fumar el cigarrillo y tirarlo antes de entrar, como si me diera asco. Como con vergüenza. Sí, supongo que me da vergüenza admitir delante de ella que no he podido, aún dejarlo. Quizá la única cosa que no he podido cumplir. Bueno, siempre me quedará como un reto.

En el escaparate de las flores me compongo la corbata. Todavía no entiendo porque me la pongo si se que ella la odia. Supongo que tengo esperanzas de que me vea guapo. Ridículo. A mi edad. También me miro si llevo el pantalón demasiado largo, cabalgando sobre los zapatos, cosa que odio. Sí, los llevo largos. Mierda.

Ya estoy llegando, apenas unos pocos pasos. Tiro el cigarrillo al suelo y lo aplasto. Miro en derredor por si alguien me ha visto hacerlo. Pero no hay gente a estas horas. Como siempre. Yo lo prefiero. Echo un último vistazo a mis espaldas como para comprobar que nadie me sigue, y traspaso la puerta del cementerio.


10 de Julio de 2011

viernes, 17 de junio de 2011

TÉCNICAS PARA QUE PASE RÁPIDO EL TIEMPO



“Sebastián, sin el San de la ciudad, ésa es la cinco horizontal, ¡mema!”

Tiene razón. Como siempre. La odio. Como siempre. Las demás sé que se están riendo por dentro, aunque ninguna dice nada. Arrojo el crucigrama a un lado. Ahora si que noto algunas sonrisas.

Faltan diez minutos, o quince. Hace un rato miré la hora, así que no creo que falte mucho más. Me da no sé que volver a mirar. No quiero volver a llamar la atención, pero no aguanto más. Ocho minutos. No está mal. Ahora huelo a ajo. Eso si que me da asco, no sé por qué le gusta a la gente. Que si da sabor, pues si. A mierda.

Se acerca otra vez. Estoy segura de que se le ha ocurrido algo nuevo. Lo veo en su mirada, y también en los movimientos seguros con los que se aproxima. Se detiene, inmóvil. Para darse importancia, que todo el mundo esté preparado para lo que va a hacer. Hace unos meses, me habría horrorizado. Pero ahora resulta entretenido, hasta gracioso.

Y, total, todavía quedan cinco minutos para poder salir al patio de la cárcel.



17 de Junio de 2011

miércoles, 15 de junio de 2011

CONOCIMIENTOS IRREALES



“Aplica la lógica, hija”

Tiene la frente fruncida, pero no perlada de sudor. Nunca se sabe si está cansado, excepto cuando lo proclama a gritos. Es horroroso. Mi tío Eusebio.

“Todo tiene su truco. Todo. Y lo que no, es que no merece la pena”

Apenas un último rayo de sol ilumina la trastienda polvorienta. No se puede una imaginar esa habitación limpia, impecable. Y con ese olor tan característico como asqueroso.

“Otras veces han recurrido a mí, pero nunca me dio la gana, ¿sabes?”

Aguantarle la mirada pase lo que pase. Eso y tener una paciencia franciscana, monacal. Como si el mundo no se fuera a acabar dentro de diez minutos, ni el mes que viene. Pero, sobre todo, esperar el momento preciso.

“Tú dime, de cuanto se trata”

No puedes temblar. Ni un poquito. Tiene un sismógrafo interno que usa para detectar el más ínfimo de tus miedos. Un arma asesina.

Abro la boca muy despacio intentando transmitir la más ciega de las seguridades:

“Doscientas. La entrada mía y la de mi amiga”

Tío Eusebio abre resoplando el cajón de la mesita. Victoria.


15 de Junio de 2011

miércoles, 1 de junio de 2011

Creadores de Belleza




“Fue en la época en que la gente venía aquí a trabajar. Con el dinero justo para pagar el billete de tren y escapar del hambre. Pobre gente”

Amadeo ladea la cabeza ligeramente. Parece mirar al otro lado de la enorme cristalera de la residencia, hacia el soleado día primaveral que hace fuera. Un viento sur racheado agita las ramas de los tilos del jardín con un vigoroso movimiento.

“Las cosas no se investigaban antes como ahora, ni mucho menos. Mira, en eso se ha ido a mejor. Los Carlines eran unos desgraciados, ahora lo veo claro. Ahora que no queda ni uno vivo. Claro que, tampoco se merecían mucho más. Nos hicieron la vida imposible. Eso si que sabían hacerlo bien, si, desde luego”.

Amadeo cambia de postura y la silla de ruedas lanza un crujido al que no presta atención. Aparece un helicóptero revoloteando encima de los árboles de una loma. La distancia impide oír el estruendo de sus hélices.

“Eso si que es un invento de la leche. Te elevas por encima de cualquier cosa, de cualquier porquería con una facilidad insultante. Ya hubiera querido yo subir a uno el día que Colás Carlines le hizo aquello a mi hermana Rosa, ya. Me hubiera ahorrado los veintidós años en el penal del Dueso. Y, todo ¿para qué?"

Se acerca una chica uniformada con un carrito lleno de cosas. Parece que nos va a interrumpir por un momento, pero nos esquiva, y nos deja solos.

Eternamente.


1 de Junio de 2011

sábado, 7 de mayo de 2011

CABALLO QUE NO ERA DE HIERRO




Me puedes llevar lejos, y muy despacio

en tus lomos de pesadilla

creí que no alcanzaríamos nunca el fin

pero sólo estábamos muy, muy ciegos


7 de Mayo de 2011

jueves, 28 de abril de 2011

PAVOR



Mi madre siempre viene a buscarme a la salida del cole. Antes venía mi padre, pero ya no. Desde que se fue con esa chica. Mi padre no me traía bocadillos de casa, sino que compraba un bollo relleno de chocolate, o una palmera o cosas de esas en la tiendita de al lado de la puerta del cole. Un día empezó a venir con una chica que se iba en cuanto yo me acercaba. Mi padre no decía nada, pero yo le veía más contento, y como más joven.

Los demás chicos me preguntaban por esa chica. Roberto decía que estaba muy buena y no sé que más, porque yo no quería oírlo. Bueno, lo oía pero no le escuchaba. Los demás se reían, eso sí. Eso me daba igual, porque a mí me gusta reírme. Es lo que más me gusta del mundo. O casi.

Mi madre llega más tarde que mi padre. De las últimas. Al principio, no, pero ahora es de las últimas. Yo creo que es porque no quiere hablar con los otros padres y madres, que ella dice que los hay muy pesados y meticones. Lo de meticones no lo entendí y tuve que preguntar al profesor, que se extrañó un poco y me dijo que la palabra era un poco antigua, pero me dijo lo que era.

Hoy está lloviendo. El paraguas de mi padre nos tapaba a los dos muy bien porque era uno de propaganda, enorme , con el que no cabías en la acera cuando te encontrabas a otro con paraguas. El de mi madre es plegable, de colores, y tan pequeño que llegamos a casa con los brazos empapados.

Hace un rato que se han ido todos, y mi madre no ha venido todavía.

Pero sigo esperando.


28 de Abril de 2011

sábado, 9 de abril de 2011

HAMBRE




Llevas media vida causándome problemas. Y molestias sin cuento. Te odio y lo sabes .No soy capaz de recordar un solo día en el que no me resultases patético. Hijo mío, no sé ni porqué te llamo así. Es como un último insulto. El clavo que acaba de remachar la tumba, con un sonido que lo deja todo claro.

No eres capaz de comprenderme. No era de tu incumbencia. Ni cuando te pedí que me dejaras a mi suerte fuiste capaz de hacerme caso. Con lo poco que te hubiera costado dejarme tirada por las calles, a mis rollos, a mis cosas. Por fin y por una santa vez libre y olvidada de todos vosotros. Pero no, ni siquiera me dejasteis en paz. Supongo que por el qué dirán. Tú y tu padre me devolvisteis a esta vida inanimada, que sólo tiene sentido con vuestra presencia, claro. Y en la que no me sirve nada renegar de vosotros, porque siempre me tomáis en broma.

Como si estuviera loca. Como si no me empujarais cada día un poco más a ello.

Como si la risa fuera cosa del pasado. Y comprobase, poco a poco, que lo es.


9 de Abril de 2011

miércoles, 6 de abril de 2011

Precipitación





Sus ojos me miraban con ese brillo perpetuo que tanto llamaba la atención entre las profundas arrugas de su piel gastadísima. Otro detalle extraño en mi abuela era su rapidez en los gestos, y su suavidad. Recordaba a un gato. No a una gata. No tenía esa clase de reposo. Sobre todo de noche. La oscuridad le daba energía, decía, casi gritando. Y sus ojos llameaban como un faro en una isla lejana, pero a la vista.

“Nunca te acerques demasiado a nadie. Te asustarás.”

Me hizo apuntarlo en la hoja en blanco de un libro. Luego le pregunté por qué esa hoja estaba en blanco. Me dijo que para que escribiera en ellas. Pero que resistiera la tentación de hacerlo hasta que fuera inevitable. Y que no volviera a abrir el libro en años.

“Los tesoros han de ser secretos. Es la única manera de que no te los roben”

Esa frase no la apunté. Me hizo aprenderla de memoria. Luego me dijo que si la hacía caso, sería rica.

“Aunque nadie se dé cuenta “


6 de Abril de 2011

miércoles, 30 de marzo de 2011

HUMOR



“Damián, ¿ me estás diciendo que soñaste que la matabas?. Y, además con un cazo de verter sopa … y ¿qué interpretación sacas de ello?”

(Nos ha jodido. Le pago una pasta por sesión, y encima quiere que haga su trabajo. Como si no fuera descansado, encima. Sácate un título, y a vivir.)

“Ella me había golpeado primero con una muñeca, una Nancy, creo. Eso sí, la condenada muñeca debía de ser de plomo, por lo menos. Estaba durísima y me había dejado la cara medio quemada al rozarme con el pelo. En fin, el caso es que todo había empezado por un comentario sobre su madre. Como siempre.”

[El tipo éste está como una cabra. Eso es lo que hubieran dicho de él hace unos años. Así, sin más. Pero ahora…, todos tenemos traumas, obsesiones, paranoias , todo tipo de agujeros en el alma. Bueno, alma, no , que eso ya no existe. Sólo la puta sesera.]

“ Luego sale mi padre llevando un trabuco de no te menees, me apunta con él y me dice que me retracte. Yo le digo que quiere decir eso de retractar. Él me responde diciendo, retractar, no retratar, mamón!! , y dispara el trabuco con un flash. Del bolsillo saca una foto que me muestra, al tiempo que dice : esto es un retrato, inútil!! . La foto es la de mi boda con Erika.”

Suenan carcajadas. Primero suavemente, y más tarde sincronizadas. Los dos nos partimos de risa, mientras el mundo sigue.

30 de Marzo de 2011

sábado, 26 de marzo de 2011

TORMENTA



Me mira con sus ojos brillantes en la penumbra que proporciona la sombrilla de publicidad de Coca Cola. Me mira con descaro. Me mira con cierta calma antes de encender un cigarrillo tras otro.

- El Gerardo tiene la culpa. Ya te dije que era un mierda. Pues ya lo ves, ya lo tienes. A mí ya me la jugó una vez.

Creo que no me cree. Hace gestos de que sí, pero no me fío. De vez en cuando, acaricia el bastón ese que tiene y que dicen que tiene dentro un estilete. Aunque yo no lo he visto. Ni nadie. Pese a la sombra, cada vez hace más calor.


- Mira Sebastián, hay formas de solucionar esto. Ya sé que no es lo ideal, ni en lo que habíamos quedado, claro, pero hazme caso, que va a ser lo mejor.

Dos mesas más allá, tres chicas ríen a carcajadas. Por un momento parece que se descojonan de mí, pero un vistazo me confirma que se dirigen a un par de pavos con una moto al otro lado de la calle. Gerardo saca una libretilla del bolsillo interior de la chaqueta. La abre encima de la mesa y con un bolígrafo que, aparentemente, ha estado todo el tiempo en su mano derecha. Empieza a escribir.


Las chicas se vuelven a reír. Las miro, y esta vez no me cabe duda de que es por mí. Los pavos me señalan con el dedo al otro lado de la calle. El camarero golpea la bandeja vacía al pasar por a mi lado, con un extraño repiqueteo.

Como el que hacen las gotas gordas de agua al principio de una tormenta .



26-03-2011

martes, 22 de marzo de 2011

FASES



“Empecemos por la última. Una manía que me viene de leer el periódico por el final. Con los años he podido comprobar que es una manía muy extendida. En fin .. la última fase es el fin, obviamente.”

“Antes de eso, naturalmente vino la descomposición. Y antes, el conflicto. Ah, el conflicto, esto es el teatro de la vida, su pura esencia. ¿ Qué sería de nosotros sin esa lucha interna y externa?. Os lo voy a decir:”

“Una puta mierda.”

No se oye una mosca volar dentro de la clase. Una veintena de ojos abiertos al máximo miran la silueta del profesor vuelto hacia el ventanal que da al campo. Durante minutos y minutos, nadie se atreve a moverse.

Nadie.


22 de Marzo de 2011

sábado, 19 de marzo de 2011

ESPIRALES




Muestra tu sonrisa. Esa que sabes y que yo intento olvidar, sólo para sorprenderme.

De nuevo.

Respira ese instante que cae como un golpecito en la espalda. Intenta llevarme al instante en que te ví tan suavemente. Como en un flash que lo barre todo y lo destruye.

Apenas por un segundo.


19 de Marzo de 2011

miércoles, 16 de marzo de 2011

Tortugas en la Autopista




El circo es cutre.

A mí me gusta más la magia.

Es casi lo mismo.

Ni de coña …!

Excusas para no pensar, como dice Punset. Lo que yo me pregunto es por qué la gente no quiere pensar, sino que se lo den todo mascado.

Por qué están hartos desde la escuela, del colegio, de cuando les obligaban a ello. A resolver los problemas, o al menos, a intentarlo.

Yo nunca he podido descubrir el truco de un mago.

La mayoría de las veces es una chorrada.

¿cómo lo sabes?

Nadie dijo que fuera fácil.

Ya. ¿ No hemos adelantado a ese coche tres veces ya?

Sí. La vida, que es así.


16 de Marzo de 2011

jueves, 10 de marzo de 2011

Matar a un Millonario




Echo a correr por en medio de la calle. Como un pájaro borracho, rebotando en su jaula. Una comparación tonta. Corro como un mulo asustado al que persiguen con una tea encendida. Torpe , sudoroso, y sobre todo , lleno de miedo.

Llego a casa. Veo la fachada de siempre, pero me parece distinta. La llave abre la puerta sin problemas. Es mi casa. Leo mi nombre en los sobres de las facturas sobre la mesita. Y me resulta extraño. Vuelvo a leerlo y empieza a entrarme el recuerdo. Soy yo.

Entro en el salón. Una mujer lee un periódico sentada en bata en el sofá. Sin levantar apenas la vista de su lectura sus ojos me miran por un segundo. Es ella. Con un gesto del periódico, me indica que suba a la habitación de arriba. Subo por la escalera y ante la puerta de la habitación oigo un tic tac escandaloso. Es mi corazón. Deposito encima de la cama un montón de dinero que está ensangrentado. Me arrojo encima de la cama, atravesado. Apenas puedo ver el despertador en la mesilla. Sueño con dormirme de golpe. Sueño con no tener que dormir nunca más.

Respiro pesadamente. Una y otra vez. Una y otra vez.


10 de Marzo de 2011

martes, 8 de marzo de 2011

FENÓMENOS Y DESTREZAS



Sábado por la temprana mañana. El coche corre por la autopista esquivando lentos vehículos de juerguistas. Sus ocupantes intoxicados no me ven, no me miran, me ignoran. Mejor.

No he dormido en toda la noche. Bueno , algo sí. Ya no recuerdo bien. He estado pensando. Y pensando. Y no llegando a ninguna conclusión. Hasta que ha sonado la alarma, como una bendición que me arroja a la vida. La vida real que me acoge dulcemente, sacándome del mundo de las sombras, Y con un par de tostadas, claro.

Empieza a amanecer. Los árboles cobran relieve. Veloces. Pienso en que uno de ellos cruzando de puntillas la calzada. Mi coche lo esquiva de milagro con mis reflejos prodigiosos y en el espejo retrovisor aún tengo tiempo de ver al árbol girarse en el arcén y mirar con admiración la trasera de mi coche . Sacudo la cabeza y todo vuelve a su ser. Los árboles echan raíces de nuevo. Miro el reloj y me digo que aún faltan un par de horas. Bien.

El navegador me sugiere un carril. Lo hago. Él sabe. Yo obedezco, inerme. Después anuncia que quedan 500 metros para llegar a su destino. Suena como el veredicto del Juicio Final, por lo menos . Encuentro un hueco para aparcar y me lanzo a él. Paro el motor, salgo fuera y entro en la sala de llegadas.. Entre un mar de caras preocupadas busco una que me sonría un poco. Como a media luz .

Como en un sueño .

8 de Marzo de 2011

sábado, 5 de marzo de 2011

Amor que no existe



Haces todo esto para escapar, para volar. Para no tener que pensar, claro. Eso, sobre todo.
Derribas paredes de deseo
Te sacudes las cenizas de cerillas que se apagan
en tu miedo
Sin poder destruirlo


5 de Marzo de 2011

martes, 1 de marzo de 2011

Instrucciones para Vomitar Correctamente




La cartera estaba encima de la mesa. Tal y como lo soñé esta pasada noche. Cerré la puerta y salí de casa. Al volver, había desaparecido. La noche siguiente soñé que me iba de casa y encontraba la cartera encima de un buzón de correos amarillo. A la mañana decidí no ir a echar las cartas al levantarme de la cama. Entré a la cocina. La mesa estaba vacía. Desayuné rápidamente y salí a la calle. Evité mirar a las esquinas donde pudieran hallarse buzones de Correos. Al volver a casa, la cartera estaba encima de la mesa.

Consideré tomarla y abrirla durante unos minutos. Desistí de hacerlo. Salí y cerré la puerta de la cocina. Esa noche, la de ayer, soñé que la cartera estaba junto a mí, dentro de mi cama.

No he podido despertarme todavía.


1 de Marzo de 2011

sábado, 26 de febrero de 2011

PERSONAS REALES



Las madrugadas son las mejores horas para pensar contigo mismo. Era lo que decía, a veces, Alfre, cuando se ponía melancólico, o sea , poco antes de que nos dieran la cena. Después de cenar, no hacía reflexiones. Se limitaba a contarnos una y otra vez la misma historia de sus putas. No era la misma porque cambiaban los detalles, cada tres semanas, más o menos. Una vez era una albana, otras era una coja pero con mucha gracia. Siempre acababa con la misma risotada , y después se iba a dormir, tambaleando por los pasillos del pabellón. La verdad es que era soportable porque era una rutina, y aquí es lo que necesitas desesperadamente, seguir los mismos pasos uno tras otro, un día y el siguiente. Así hasta que se acabe. Y esto se acaba mañana. Y ahora es la madrugada del último día.

- No parece la nota de un suicida.

Devuelvo la nota escrita a mano al doctor. Mejor dicho, la deposito encima de la mesa justo enfrente de donde él se sienta con ese semblante tan serio. El doctor no cumplirá los cincuenta. Usa lentes semiprogresivas, utiles en un entorno de oficina. Sus manos son delicadas y pequeñas en relación a su tamaño corporal. Creo que intenta parecer convincente, pero rechazo la idea , porque un médico siempre ha de parecerlo, va en el sueldo. Ahora es el momento en que tiene que decirme que cree que ha pasado con la tía Aurelia. Efectivamente, se quita las gafas y se estira en su sillón . Junta los brazos y entrecruza los dedos de ambas manos. Su cabeza se eleva ligeramente , antes de empezar a hablar .

26 de Febrero de 2011

martes, 22 de febrero de 2011

QUITATE LA CABEZA

Afloja el nudo de la corbata que no llevas

Estira tus brazos hasta tus manos

Sienta tu vida en una silla que cojea y se arrastra entre pesares

Y yace lentamente

Sonriendo a trocitos

En silencio

22 de Febrero de 2011

lunes, 21 de febrero de 2011

TODOS TUS MUERTOS


Abro los ojos poco a poco. Sin que el despertador me ponga el corazón en un puño. Porque no lo he puesto. Me quedo un rato en la cama, dando un par de vueltas. La verdad es que he dormido muy bien, estoy descansado. Salto de la cama y subo las persianas del cuarto. Ayer dijeron que la mañana iba a ser lluviosa, pero de momento el sol luce bastante potente. Algo de viento, eso si, que veo moverse bastante las hojas de los tilos del paseo de la calle. Voy a desayunar.

En la cocina veo la nota que he clavado en el panel de la pared. El panel lo puso Gracia, que siempre que veía una peli en la que salía una se quedaba como tonta. La nota dice que tengo que pasarme por la carpintería a liquidar el último pago de lo de las puertas. Bueno, hasta a eso de las once, no tengo prisa.

Pongo la tele. Al encenderse aparece tele 5. Cambio de inmediato y en el canal que sintonizo un anuncio de Ikea dice que no es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita. Bueno, pienso que es una forma de verlo. Cambio a otro de noticias. Las escucho mientras mecánicamente me hago unas tostadas de pan de molde. Se me ocurre que las noticias también son un ruido mecánico que necesito para poder desayunar. Y que da lo mismo lo que digan. Si alguna vez dicen algo distinto. Que es esa es otra.

Miro el reloj, pero como con desgana. Pienso en encender el ordenador, pero luego decido hacerlo a la vuelta de la carpintería, con más tranquilidad. Puede que, durante el viajecito ocurra alguna cosa curiosa que luego contar a los colegas de la red. Más que nada, para empezar una discusión de esas que no se saben donde van a acabar. Y que a veces, no lo hacen.

Me acabo de preparar, dejo enfriarse las tostadas, y bajo a desayunar a la cafetería de abajo. En el portal recojo el correo. Todo facturas, como siempre. Menos una carta. Es la nómina de Nestle, la de ‘un sueldo para toda la vida’. Me la guardo en el bolsillo de la chaqueta sin abrir, pues ya sé lo que pone. Salgo a la calle.

Sonriendo.

21 de Febrero de 2011

miércoles, 16 de febrero de 2011

MONSTRUOS (5)




Mira hijo, he procurado enseñarte todo lo que sé. No puedo decir que lo haya hecho bien, pero esa ha sido mi intención. Bueno, la mía y la de tu madre. El resto de la familia, no cuenta. Sí, han estado ahí, desde luego, no digo que no, pero ahora sólo contamos nosotros.

El mundo es un lugar asqueroso. Sucio. Repulsivo. Aquellos que lo ven de otra manera, no son más que unos idiotas. Es decir, gente en la que confiar poco, o muy poco. Por que en general, todo el mundo miente todo lo que puede. Créeme que es así. Sólo se dice la verdad cuando no queda más remedio, y a veces ni así. Tienes que desenvolverte entre suposiciones si no tienes pruebas. Casi siempre a ciegas. Y ahí es donde algunos se desenvuelven de maravilla. Tienen lo que otros llaman suerte.

Pero no es así. La suerte es esa habilidad. No te creas otra cosa. Aunque normalmente se tarda toda una vida en comprobar que es así. Demasiado tiempo, hijo, demasiado.

Sé que no te hará mucha gracia leer estas palabras. Que no es eso lo que quieres leer, que lo que quieres es otra respuesta a lo que seguramente te estarás preguntando: ¿ qué va a pasar con mi herencia?. Te estarás haciendo cábalas, así que te adelanto la verdad antes de nada. Hemos vendido todo y nos vamos a recorrer el mundo. Todo lo que podamos.


Y eso es todo.

Adiós, hijo.

16 de Febrero de 2011

martes, 15 de febrero de 2011

MONSTRUOS (4)


Ya están casi todas mis piezas listas. Bueno, las que se montan en esta parte del taller. Que son las importantes, las que me van a hacer funcionar. Las otras las ponen al final, son pocas, pero muy visibles, eso sí. Cosméticas, dicen algunos. No sé.

El grandullón con manos de pianista es el que verifica que todo esté correctamente montado. Parece un niño eternamente enfadado, con esas eternas coletillas en las que se va cagando, por orden, en todo el santoral, con predilección por cierta virgen de su pueblo natal. En realidad, no se sabe si es buena gente, o un cabrón redomado. Sus ademanes, de todas maneras son siempre precisos, y jamás maltrata el material, a dios gracias. Afortunadamente, estamos poco tiempo en sus manos, unos tres minutos por unidad. Y después, pasamos a los dominios del gordito bajito.

Este nos coge en grupo. Un lote de diez a la vez. A veces veinte. Nos lleva en una caja especial que tiene, que ha rotulado con sus iniciales, para que nadie se la coja. Alguien ha añadido un monigote debajo, pero esto no parece importarle. El gordito es muy calmado, y siempre está sonriente. Sus movimientos son rápidos. No tarda nada en colocarnos, a las diez, en la caja. Claro que está todo el día haciéndolo, pero una vez que estuvo de baja, le sustituyó el chico de la furgoneta, y menuda diferencia, que hasta por el suelo se caían. En cambio el gordito nos trata como si te conociera de toda la vida. Como si no tuviera que preguntarte nada, aunque en realidad acaba de conocerte.

De ahí pasamos a la sala insonorizada que está en el sótano. Han puesto códigos de acceso en las puertas que la guardan, pero creo que no es por nosotras, sino por que allí nos cargan, y tienen mucho material para ello, lo que es lógico.

El gordito se pone gafas y cascos antes de sacarnos de la caja. Nos pone un cargador lleno que tiene ya preparado sobre una mesa. Apunta en un listado el número que tenemos en la base de la culata, y dispara sobre el blanco que está a 10 metros.

Después, anota el resultado en la hoja. Y lo hace mordiéndose la lengua.

Un poco.

15 de Enero de 2011

sábado, 12 de febrero de 2011

MONSTRUOS (3)


Germán dice de ir a tomar un café antes. Miró la hora en el reloj de pulsera que aún llevo (no me gusta lo de mirar la hora en el móvil), y la verdad es que vamos sobrados, cosa rara. Accedo a parar en un bar cercano, pero no me gusta hacerlo. Los paisanos suelen darse cuenta de quienes somos, y de a qué vamos por el barrio. No suele haber líos, es cierto, pero no me gustan las miraditas, ni adivinar ciertos comentarios a distancia. Para nada.


El bar está casi vacío. Germán dice que es por la ley. La del tabaco. No sé. De los que vamos, ninguno fuma desde que Angel, el conductor, lo dejó el año pasado. Por cierto, que nos ganó una cena, porque ninguno creíamos que iba a ser capaz. Como pardillos caímos todos y tuvimos que pagar la mariscada. Hoy estamos como perezosos, o indolentes. O las dos cosas a la vez, pero el caso es que nadie parece tener prisa por levantar el culo de la silla. Sacamos un tema de conversación tras otro, pero no le hincamos mucho el diente a ninguno. Desganaos.

Salimos un buen rato después a la calle. El domicilio está dos calles más allá. Suena el móvil de Germán. Le oímos como contesta a su mujer. Parece que ha pasado algo serio. Nos paramos todo el grupo, como sin saber muy bien qué hacer. Germán escucha un largo rato en silencio pero con cara de preocupación. Estoy a punto de decirle con un gesto que seguimos y le esperamos un poco más delante, pero justo entonces Germán pega un grito, y da la espalda al grupo. Su mano aplasta el teléfono contra su cabeza, mientras se inclina tanto que no sé cómo no se cae de bruces.

Un minuto después nos dice que tiene que ir urgentemente al hospital. Apenas le oímos decir algo de su hija mientras se aleja a paso rápido. Por unos instantes nos quedamos mirando, hasta que el profesionalismo se impone.

Saco de la cartera la documentación del desahucio y nos dirigimos juntos al domicilio.


12 de febrero de 2011

miércoles, 9 de febrero de 2011

MONSTRUOS (2)



Mira lo que acaba de escribir este capullo: “Ya podemos ver la revolución en directo en el Iphone”. Y lo estoy leyendo en mi propio Iphone, sentadito en esta terracita. Con mi vermucito, mis patatitas, y mi cigarrito bien encendido.

Como si lo de Egipto fuera una revolución. Pobres diablos. No van a salir de una para meterse en otra. Una revolución como dios manda es mandar todo a tomar por bul. Bueno, no todo no. Basta con que se mande a tomar por bul al dinero. Que es lo único que no van a hacer, ni estos, ni los musulmanes, ni las madres que los parió a todos.

Y es lo único que hace falta. Lo único.

Se ha levantado un poco de viento. Aunque sea Sur, me molesta el viento. No lo aguanto. Y que me levante la falda no te digo. Al frikie de la mesa de al lado casi se le vuela el sobre de la carta que acaba de abrir. Será frikie, pero tiene buenos reflejos: lo ha pillado al vuelo, casi. Ahora, es más feo que pegarle a un padre paralítico. El sobre es de un laboratorio, unos análisis, seguro. No me extrañaría que estuviera acojonado por si ha pillado la sífilis en un puticlú. Vamos, que me apostaría el Iphone contra la cartera esa cojonuda que tiene en la silla de al lado. Y que no le pega nada al pavo éste. Igual se la han dado en el banco por llevar los ahorros de su tía-abuela, o algo del estilo.

Me llega otro mail al móvil. Teresa. Ya no me llama, porque sabe que no se lo cojo, pero sabe que si me llegan los correos. Ha pillado el asunto, que no es nada tonta. Pero es igual, no lo voy a abrirlo, así que se jode igualmente.

Mira, ahora sigue el de antes diciendo que si nos vamos a quedar sentaditos al otro lado de la pantalla, viendo tan comoditos la revolución.

Pues claro.

Todavía no he acabado el vermouth .

9 de Febrero de 2011

martes, 8 de febrero de 2011

MONSTRUOS (1)




Mordisqueo un croissant. Creo que me miran todos. La gente que pasa por la calle y la gente que está sentada en la terraza, porque me he sentado en la terraza pese a que no fumo. Pero es que hace buen día con solecito y viento sur.

No me gusta el viento sur.

En la cartera llevo la carta del laboratorio. No sé por qué llevo esta cartera de ejecutivo. No pega nada con mi cara llena de granos, las gafas no a la moda, ni con la ropa desde luego. Pero me gusta esa cartera. Odio a los que llevan mochilitas o mochilones. Y no voy a llevar bolsones de chica. Más que nada porque los que son un poco grandes, para que me puedan entrar mis cacharrejos, son horribles. La cartera de piel que uso, está bien. Me costó un pastón y pesa un huevo ya vacía. Es igual, me gusta y punto.

Echo una ojeada a mi alrededor. Casi todas las mesas están ocupadas. Casi todo el mundo fuma. Yo creo que han subido los precios para amortizar el costo de las estufas exteriores. Sería de tontos no hacerlo. Decía un compi, que los bares no son oneges. Nos ha jodido que no.

He oído en la radio que mucha gente se pira de las terrazas sin pagar. Así que me han hecho pagar nada más sacarme el café con leche con el croissant. Y eso que me conocen de hace mucho. Aunque no vengo a menudo. Es que odio un poquito a la gente. Según el día.

Abro la cartera y saco el sobre de una vez. El café me ha dado energías. Lo abro sin miramientos. No me importa que se note que lo he abierto. Miro los listados de cifras. Hace dos días no habría entendido nada de nada. Hoy ya sé donde tengo que fijarme, y lo hago.

Vuelvo a meter las hojas en el sobre. El camarero me está mirando, como si no hubiera pagado la cuenta.

Infeliz.

8 de Febrero de 2011

lunes, 7 de febrero de 2011

PARA DESTRUIR LA NADA


Miro tus palabras. No las leo.

Intento saber como te sientes

Por la forma en que escribes

La manera en que arrancas tu mundo con tus letras

Y estampas delicadamente un aún no sé nada

Al final de cada punto,

y de cada adiós


7 de Febrero de 2011

viernes, 4 de febrero de 2011

Luz que Ilumina el Mundo




No sabes lo que me ha costado aguantarme. Quería que tú fueras primero.

Inútilmente.

32 días. 32 mundos. 32 no se sabe.

Escribir poemas en salsa inteligente.

Rematar esta locura yacente, o subyacente.

Decir que sí a la vida intermitente

Pulsar el vacío y como un salvaje

tragarlo todo


4 de Febrero de 2011

jueves, 3 de febrero de 2011

Paisajes, Desgracias y Silencios



“Va de narices, si. Siempre lo he dicho. Pero, oye, no sé, siempre que veo una por la carretera, que se me va la vista detrás.”

Marcos tenía una moto cojonuda. Llevaba no sé cuanto tiempo detrás de ella. Años. Y ahora ya la tenía, por fin. Me acuerdo de mi profe de filosofía del cole. Del día que nos señaló una mesa, diciendo: ‘veis esta mesa, ¿verdad?, pues a partir de ahora, a partir de que ya la conocéis, ya no es la misma mesa de antes. Ese es el problema del conocimiento. Ni más, ni menos.’

Pero no es ese el problema de Marcos. Simplemente su moto no le gustaba. No le gustaba ya. Quería otra casi igual, que sólo cambiaba en unos detalles. Pintura y poca cosa más. A los demás nos parecía ridículo. Una chorrada como un piano. Y además le envidiábamos. Eso es. Nadie lo decía, pero era eso. Las nuestras estaban ya empezando con los achaques, las reparaciones caras, las averías por sorpresa. Cuando le pasaba algo de eso a alguno, Marcos no decía nada, pero sabíamos que por dentro no podía evitar estar muy ufano. Y, la verdad es que casi era peor que no dijera nada, en lugar de ‘tío, vaya faena..’ o ‘ bueno, eso es normal, se arregla y listos’. Que eso suena a falso que te cagas, vale, pero es lo que espera uno que tiene la moto jodida que le digas.


En fin, ya es igual. Su moto se queda el garaje. Emma no nos ha dicho que va a hacer con ella. Ha pasado un mes desde que tuvo el infarto en la oficina. Un mes ya, quién lo diría ..

Esta mesa ya no es la misma mesa de antes. Qué cabrón. Que razón que tenía.

3 de Febrero de 2011

miércoles, 2 de febrero de 2011

DIARIOS DE UN IDIOTA



Tengo que comprar calcetines.
Afuera llueve. Hace frío. Está gris.
Tengo que comprar comida. Ya no me queda.
Como avanza el año. Un mes menos, ya.
Todo está más caro. Como siempre.
Pero se están alargando los días. Aunque aún no se nota.

Tengo que comprar calcetines.


2 de Febrero de 2011

domingo, 30 de enero de 2011

Ruinas




Me gusta cuando os cabreáis. Cierto es que cuanto más, mejor. Como monos. Es que esa una prueba evidente de que no habéis entendido ni Jota. Ni una jodida Jota.

De lo que se trata, almas de cántaro, es de olvidaros de vuestras querencias, de vuestros gustos, y de hasta de vuestros instintos. ¿Difícil, eh?

Pues claro que es difícil. Pero de otra manera, todo lo que expreséis son cánticos en el gallinero.

Y Nada Más.


(En las ruinas de Pompeya)


30 de Enero de 2011

viernes, 28 de enero de 2011

La Competencia




Miro a mi alrededor. Cano está situando sus obras. Antes le he visto cargando con no menos de 5 lienzos. Al óleo. Que es lo que le gusta a Cano. Cuantas veces le he visto despreciando el acrílico con un ostensible balanceo de la cabeza. No hay quien le convenza. Pero no es sólo los materiales donde es un apegado, qué va. Insiste en el trazo realista, casi hiperrealista. Así se tira tanto con cada cuadro, el muy pesado. Además se cree que está por encima de los demás, como si el resto hiciéramos mierdas. Seguro.

He encontrado una zona buena para colgar los míos. Muchos me dicen que eso no son cuadros. Que ni siquiera es pintura. Que sabrán. Acaso se creen que por utilizar material de reciclado no puedo componer obras tan bellas como las de cualquiera. Que más da que utilice trozos de cable eléctrico, corchos de botellas, tapas de plástico o cualquier porquería que encuentro en la basura. Decirme si éste, por ejemplo, ‘lamento de un amanecer’ no es una maravilla que cada vez que lo miro se me encoge el corazón un poquito. Aunque huela un poco como a queso caducado. Tampoco las obras de arte son perfectas.

Me doy la vuelta y Cano está detrás de mí. Mira a ‘lamento’ apenas un segundo y se va meneando la cabeza de vuelta a la pared donde tiene colocados los suyos. Camina más feo, el pobre sobre sus cuatro extremidades. En la puerta ha aparecido Jena, una de las cuidadoras. Cano la ve y da un volatín.

Encima es un pelota.


28 de Enero de 2011

martes, 25 de enero de 2011

Aventura en el Peligro




“ - Lo que estás deseando en verdad, es volverte loco.

- Puede. Lo que sea para escapar a esta rutina devastadora. Inventarme otra vida, otro respirar. Una forma distinta de vivir.”

Cierro el libro, y dejo el diálogo. Mariano sigue mirando el futbol en la tele. De vez en cuando se da palmetadas en las rodillas. Nada entretenido de ver.

Cojo el teléfono para llamar a Lourdes. Por el auricular oigo la mierda de música de espera que ha puesto, con el fondo de los pitidos de la llamada hasta que salta el buzón. No le dejo mensaje. No sé para que la gente tiene teléfonos si luego no le cogen ni a su madre.

Me meto en la cocina a hacerme un café. Mariano asoma un momento por la puerta. No dice nada pero pone la cara de ‘¿otro?’, pero ni se molesta en discutir el asunto. Hace días que tengo un dolor muy raro en la pierna. No he dicho nada a nadie, supongo que esperando que se vaya como vino, pero no lo hace. De momento se puede aguantar, ya veremos.

Enciendo la tele de la cocina y pongo un canal. Hablan de deportes. Cambio a otro. Este es de sucesos. Siempre están con lo mismo. Muertos, accidentes, robos, más muertos y alguna muerta. Estas suelen ser violadas primero. Me divierte el tono de pasmo que se emplea para narrar los casos. Deberían estar tan acostumbrados como para que sonase como la lotería de Navidad. Se lo dije una vez a Mariano, y me miró como si estuviese loca.

Oigo un golpazo en el comedor. Mariano se ha caído del sofá.

Le ha tirado un gol al suelo.


25 de Enero de 2011

lunes, 24 de enero de 2011

Precauciones y Misterios



“¿Qué te ha parecido?”


Me mira ávidamente. Con lo que yo creo que es una mirada ávida, aunque sus pequeños movimientos me revelan, que su actitud puede ser también divertida. Soy muy devoto del lenguaje corporal, y la verdad es que sus revelaciones suelen ser acertadas. Cuando no das con un actor, claro.

“ a ver… ¿ esto va en serio? : .. no podemos suponer a qué sabe una cosa hasta que no lo comprobamos por nosotros mismos, nuestras madres no se cansaban de decirlo cada vez que nos ponía algo distinto en la mesa”

“Pues claro, eso es cierto, ciertísimo.”

“Con ese planteamiento puedes probar tranquilamente ácido sulfúrico, porque hasta que no experimentes por ti mismo como te quema la boca, pues no hay problema.”

“No me tergiverses, que yo estoy hablando de cosas comestibles, no de venenos.”

“Ya, ya veo ..

“Y, además que no se trata del sabor. Se trata de que es una tradición alimentaria, una tradición milenaria. Y sabes que eso también es cierto.”

“Lo que pasa es que para que destaques tienes que ir más allá que los demás. Y te importa un comino cual es el tema”

Esto último le enfada, visiblemente. El lenguaje corporal no engaña: se encoge, y eso es que ha acusado el golpe. Pero por poco tiempo.

“Cómo que tú no comerías carne de un muerto si no tuvieras absolutamente nada más”

“Claro, claro. Tu siempre tienes razón”

Y lo malo es que es verdad.


24 de Enero de 2011

sábado, 22 de enero de 2011

Abandonad toda Esperanza




Somos todos unos esclavos. Máquinas andantes, sufrientes, desprovistas de la verdadera vida. Esperando como piedras en el camino que os llegue el final.

Os copiáis unos a otros las formas de ser infelices. Es decir, las maneras de entreteneros hasta que se acabe la cuerda. Y no os queda otra que poneros una venda. Cualquier cosa que os evite pensar en este destino que os aguarda, y os aguarda, y os aguarda…

*******


Doblo el papel, y se lo devuelvo a Eulalia. Ella me mira fijamente aguardando mi reacción.

“ Y, ¿ dices que esto te lo leía tu padre el día de tu cumpleaños?”

Ella sonríe. Se guarda el papel en el bolso y responde: ‘cada uno de ellos’

Después me da un rápido beso, y rompe a reír.

21 de Enero de 2011

martes, 18 de enero de 2011

Seres Imaginarios de Ayer y Hoy (4)




Temerosos de Paraísos Extraños



“Siempre me ha parecido un tío aburrido, además. Olvídalo.”

Me ofrece un cigarrillo que rechazo con un gesto. Ya hace medio año que no enciendo un puñetero cigarro, pero sigue ofreciéndome cada vez que ella enciende uno. No sé si es que es de escasa memoria o quiere tentarme. Seguramente lo segundo.

“¿Entonces qué hacemos? ¿Se lo devuelvo?”

Me responde con un gesto que lo dice todo. Dice ‘¿tú que crees?’. O también,’ si te parece nos hacemos un piano con lo que sobre’. Algo sarcástico en todo caso, porque no quiere hablar ni un segundo más del tema. Pero quiere que sea yo el que cambie la conversación, el que cambie el mundo.

Se levanta. Cambia de idea y vuelve a sentarse. Veo su cara apenas ajada intentar dibujar una sonrisa conciliadora que me haga imaginar que habrá algún tipo de compensación. Pero no ahora mismo.

“No hace falta que vayas. Que se venga él. Seguro que le pueden acercar, y listos”

Ahora tengo ganas de encender ese maldito cigarro, por una razón. No decir ni una palabra hasta acabar de fumármelo. En plan tío duro que no sufre una mierda porque le quiten el juguete de las manos. Giro la cabeza y miro por la ventana. Un último vistazo al coche rojo que aguarda afuera bajo la lluvia.

Las gotitas de agua lo cubren como un manto divino. El ruido que producen es estremecedor.



18 de Enero de 2011

lunes, 17 de enero de 2011

Todo es Irreal(*)



Señores y señoras. Todo es una farsa. Tal vez hayan creído durante estos últimos meses que les está escribiendo desde esta página una persona. Una persona cultivada, de exquisitos gustos artísticos. Con sensibilidad suficiente para elegir temas musicales que, como por ensalmo encajan en sus estados anímicos. Que selecciona videos con el punch necesario para hacerles reír, llorar o mearse de indignación, en este orden o en el contrario. Pero nada de eso es cierto.

No existe tal persona.

Aquellos de ustedes lo suficientemente perspicaces como para haber puesto mi nick en el Google, probablemente habrán sido sorprendidos por el conocimiento de que mi nombre procede de un explorador inglés que desapareció en la Jungla Amazónica a principios del siglo pasado. Qué poético. Lo de utilizar ese nombre, haciendo ver que la utilización de esa identificación devuelve al perdido héroe a la actualidad cibernética. Es más, algunos de ustedes habrán pensado que los dedos de la persona que escribe bajo tal seudónimo, han de ser los de una persona romántica, sensible y delicada, pero a la vez con un espíritu con carácter, fuerte y resolutivo.

Cómo han podido engañarles, amigos …cómo ..

Evidentemente, el parapeto que le proporciona la pantalla le ha ayudado en grado sumo. O mejor dicho, tal vez debería decirse, ‘les’ han ayudado.

La verdad siempre acaba por aflorar, aunque para ello tarde un segundo o mil años. Y ésta es que no soy una persona.

Soy varias.

Todas ellas han ido publicando comentarios, respuestas, videos, canciones, mensajes, a turnos. Alimentando la personalidad virtual de P.H. Fawcett, y creando la ilusión de la existencia real del propietario del perfil.

Muchos se preguntaran que cuál es el sentido de tal,…, ¿ejercicio?, ¿prueba?, ¿reto?. De momento, no será desvelada.

La vida sigue, y seguimos ignorando en que sentido

17 de Enero de 2011


(*) Aplíquese a sí mismo.

jueves, 13 de enero de 2011

Novatos




Ahí va el Remolón. A hacer el tonto. No se lo habremos explicado cantidad de veces sus padres y yo. ¿Lo veis? , justo lo que decíamos. Tiene que volver y esperar con lo demás.

Además, el Sol está justo en la dirección en la que sopla el viento. Deslumbra un montón, lo que faltaba, vamos. Pero no queda más remedio que irnos todos valle abajo. No queda apenas comida en esta parte, y hay que probar suerte en otro sitio. Además hoy no hace mucho frío para la altura del invierno en que estamos metidos. Por eso hay que aprovechar, y moverse.

Moverse rápido.

Pero está difícil la cosa. Cuesta un esfuerzo enorme y …¡ahí va ese idiota otra vez!. Voy a tener que ponerme delante, para no dejarle salir. Antes de que se agote del todo y la líe parda. Claro que los demás le dejaríamos tirado. Si no lo sabe, se lo puede ir imaginando. En invierno no te puedes andar con tonterías. Te la juegas, bien jugada.

Ha bajado un poco la fuerza del viento. Este es el momento. Me pongo delante de Remolón, para enseñarle de una vez cómo se hace esto.

Remonto el vuelo. Mis alas van a mil por hora. Por un instante vuelo marcha atrás, pero sé que durará un poco. En efecto, el viento cede. Me lanzo en un suave picado y planeo una buena tirada, valle abajo.

Mis plumas sonríen por mí.


13 de Enero de 2011

martes, 11 de enero de 2011

Seres Imaginarios de Ayer y Hoy (3)




Perturbados llenos de ruido.


‘Es usted un enfermo mental’.

El tipo repantigado al otro lado de la mesa sonríe por encima de su enorme bigote de morsa. Clarisa me ha advertido que estoy soñando, pero el tipo sigue con su discurso.

‘A nosotros no nos engañas. Quiero decir al equipo y a mí, claro. Estás como una chota. Ahora mismo crees que lo estás soñando todo porque te lo ha dicho tu hermana. Pero en realidad, tu hermana es mi mujer. Te la presenté hace un mes, pero eso no lo recuerdas’.

Me fijo por primera vez en la ropa del bigotudo. Lleva una chaqueta verde, horrorosa, y supongo que calcetines a cuadros para que peguen con semejante chaqueta de delirio. El tipo coge un bolígrafo ridículamente grande del bolsillo delantero de la chaqueta y empieza a escribir en un cuadernito de hojas amarillas.

‘Te vas a tomar esto que te pongo, sí o sí. Y da gracias a que no te interno con carácter inmediato. Me caes bien después de todo. Ya me he olvidado del mordisco que me diste en el brazo’.

El bigotudo se arremanga con un gesto rapidísimo el antebrazo derecho para mostrar una enorme mancha de betadyne . El gesto es tan cómico que se oye un estallido de risas.

Como una ola, la carcajada recorre el patio de butacas.

11 de Enero de 2011

lunes, 10 de enero de 2011

Seres Imaginarios de Ayer y Hoy (2)




Apartadores de Miserias
.


[Aguardo por unos instantes a que me llegue la inspiración. Ya está. Empieza el viaje]

Carol se sube la falda de uniforme. Faltan doce días para que cumpla catorce años. La falda plisada subida cerca de las axilas simula una minifalda de tela escocesa. Entre los brazos cruzados a través del pecho sujeta dos carpetas forradas de fotos plastificadas con los cambiantes ídolos de moda. Carol entra en la tienda de chuches. Sale cinco minutos después mascando algún tipo de porquería para niños admisible por paladares adultos.

Se acerca a la calle de su casa. Empieza a llover repentinamente. A cántaros. En menos de medio minuto el agua lo inunda todo, aceras, calzada y farolas que rezuman agua por su piel metálica. Carol intenta guarecerse bajo el alero de un edificio. Sin éxito. Cortinas de agua enfurecida barren hasta la pintura de la fachada. Carol se pone las carpetas sobre la cabeza, pero al instante renuncia a empapar las fotos y vuelve a apretar las carpetas contra su pecho. Esta vez más fuertemente. Y echa a correr calle abajo. Cada pisada levanta salpicaduras sobre la capa de agua de la acera. Carol no lo nota porque los mechones apelmazados por la lluvia se le estrellan sobre los ojos y fija su concentración en apartarlos de la cara con bruscos movimientos.

Llega al portal. A través del cristal de la puerta ve a un vecino que no se atreve a salir. Le abre la puerta y Carol entra disparada en el portal, envuelta en una bola de humedad. Sin detenerse entra en el ascensor que la aguarda con las puertas abiertas de par en par. Suelta las carpetas y se da la vuelta mirando al exterior para encontrarse con la mirada hipnotizada del vecino. Con suavidad y energía, pulsa el botón de su planta. Mientras se cierran las puertas, sostiene la mirada del vecino.

En su cara empapada, se dibuja apenas una sonrisa. Apenas.


10 de Enero de 2011

domingo, 9 de enero de 2011

Seres Imaginarios de Ayer y Hoy




Visionadores del futuro.


Hoy estoy flojeras. Esta cuesta no es para tanto. Un poco pesada si, pero la subo tres o cuatro veces a la semana. Igual es la edad. No, que puñetas, que va a ser la edad. Es el día tan gris y desagradable. Eso. Y lo vacío que están las calles, no ayudan. Para nada. Esta misma cuesta, con gente arriba y abajo, es la mitad de cuesta. Todo el mundo lo sabe, o debería saberlo.

Espera, ahí arriba se ven dos personas. Una parejita de vejetes. No demasiado vejetes, porque esos no bajarían por aquí, para luego, a la vuelta tener que subir la cuesta. Pero de todas maneras se les ve cascados, de lejos.

Un momento. Él me suena. Sí, uno de los del colegio. Si, el psicólogo. Entró en los últimos años que estuve, los dos últimos, no más. Ya entonces, nos parecía mayor el hombre. Ahora mucho más. Recuerdo que vino con su mujer, una impresionante rubia que traía a todo el alumnado loco. Al de un tiempo tuvo un accidente de tráfico. Una bofetada buena, puesto que volvió en silla de ruedas, primero, y muletas, después. Era impactante ver una chica tan guapa arrastrarse con las muletas, con las piernas visiblemente muy tocadas, pero sin perder la sonrisa. En un microsegundo se me aparece su cara tan agradable enmarcada por la melena rubia.

Al hombre le acompaña una mujer, entrada en años. Lleva el pelo corto, rubio. Cuando están a mi altura, me fijo en el rostro de ella. Al punto, me da un vuelco el corazón. Es ella, su rostro está deformado y sus piernas curadas, pero aún tiene esa mirada.

Sigo andando sin mostrar el menor reconocimiento. Ellos hacen lo mismo.


9 de Enero de 2011

martes, 4 de enero de 2011

La Terracita



Consuelo nos está retrasando, como siempre. No sé que vamos a hacer con esta mujer. Toda la vida igual. Anda, ve a llamarla, cariño. Te esperamos en la esquina.

Jena, se larga corriendo como un gamo. La vitalidad de los once años. Creo que por el nervio que tiene nos negamos a llamarla por su nombre completo. Jimena suena demasiado reposado. Y serio.

Hace frío esta mañana, como corresponde al centro del invierno, pero menos que ayer, que te cortaba la cara en cachitos pequeños como granos de arroz. Eso sí, nada de sol.

En la esquina de la placita está Damián. Sólo y vestido de elegante. De tiros largos se podría decir si fuera una dama, y si no te oyera, porque sería capaz de arrancarte el alma de la leche que te metería. Es un animal. Noble, pero de los que no hay que provocar. Le saludo sin hacer la menor mención a su indumentaria. Esto es, un par de gruñidos que más o menos quieren decir, buenos días y qué tal.

Jena aparece de inmediato. Dice que ahora viene Consuelo, se da la vuelta y desaparece en menos de dos segundos. Le pregunto a Damián si va a venir su hija con las niñas. Niega con un gesto de vergüenza, añadiendo entre dientes que tiene algo que hacer en la capital. Renuncio a preguntarle que tiene que hacer tan importante. No vale la pena restregárselo, porque el pobre ya pasa mal trago ahora mismo. Un par de minutos de silencio y aparece Consuelo, con Jena pegada a sus faldas.

Los cuatro cruzamos la placita. Componemos un grupo un tanto extraño, supongo, si se nos mira de lejos, y si no se nos conoce. Apenas hemos andado quince metros, y Consuelo anuncia con una sonrisa que nos sobra tiempo , que acaban de llamar a casa , y que ahora nos sobra media horita. Propone que nos sentemos en la terraza del Círculo, que está a treinta metros, un rato. Damián y yo no ponemos buena cara, pero accedemos y nos sentamos en la mesita. Consuelo se desploma en la silla sonriendo. Jena da vueltas a la mesa. Primero en un sentido, y luego en el contrario.

Roberto, el camarero del Círculo sale a atendernos. Pasa un trapo grimoso por encima de la mesa. Toma nota del café descafeinado que pide Consuelo. Damián duda antes de pedir un vino blanco. Yo pido una bolsa de patatas para Jena y un café solo para mí.Roberto pasa otra vez el trapo por encima de la mesa. Dice que va a traer un cenicero, que podemos fumar en la terraza. Consuelo dice que eso era lo que hacía su hermana, la abuela de Jena, antes de pillar el cáncer de pulmón. Que no dejaba pasar ocasión. Y que dentro de media hora íbamos a asistir a su funeral. Roberto duda, y tras un par de pasos en falso se va sin traernos el cenicero.

Jena sigue dando vueltas a la mesa. Ahora para la derecha, luego hacia la izquierda.


4 de Enero de 2010

domingo, 2 de enero de 2011

Expectaciones



Pues a mí , Amanece que no es poco, no me gustó nada. Todo el tiempo diciendo imbecilidades. Y lo demás no tenía sentido.







Y dándoselas de cultos, no te olvides ... - apostillo con una sonrisa. La sonrisa no encaja del todo, ya , pero me gusta dejar algún detalle sin acabar. Me mira con cierta complicidad, aunque todavía no está commpletamente segura de que estoy de su lado.







Es que parece que si no te gusta eres un memo o algo así ..







Afuera está el cielo supergris. Bonito comienzo de año. Claro que todavía no cae agua, ni nieve, ni nada. Y eso está bien. Quedan dos horas para la comida , y eso es muy largo.







Yo creo que es la fama. Se pone una cosa de moda , y listos. Da igual lo que sea, que como coja fama. .. Mira la Carbonero. Pues no es tan guapa como dicen, y mírala, mírala ...







Antes de replicar saco el paquete de tabaco del bolsillo, maquinalmente. Me detiene su mirada , que esta vez es divertida. Hace ya un día que no se puede fumar en las cafeterías. Vuelvo a guardar el paquete de cigarrillos en el bolsillo. Se me ha ido el santo al cielo , imagino que a fumarse allí el maldito cigarro, supongo.







Je, je , hasta que te acostumbres ... luego , como todo...







Es verdad. La única y auténtica verdad . La costumbre es todo. Pero todo, todito ...











2 de Enero de 2011
 
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