miércoles, 9 de febrero de 2011

MONSTRUOS (2)



Mira lo que acaba de escribir este capullo: “Ya podemos ver la revolución en directo en el Iphone”. Y lo estoy leyendo en mi propio Iphone, sentadito en esta terracita. Con mi vermucito, mis patatitas, y mi cigarrito bien encendido.

Como si lo de Egipto fuera una revolución. Pobres diablos. No van a salir de una para meterse en otra. Una revolución como dios manda es mandar todo a tomar por bul. Bueno, no todo no. Basta con que se mande a tomar por bul al dinero. Que es lo único que no van a hacer, ni estos, ni los musulmanes, ni las madres que los parió a todos.

Y es lo único que hace falta. Lo único.

Se ha levantado un poco de viento. Aunque sea Sur, me molesta el viento. No lo aguanto. Y que me levante la falda no te digo. Al frikie de la mesa de al lado casi se le vuela el sobre de la carta que acaba de abrir. Será frikie, pero tiene buenos reflejos: lo ha pillado al vuelo, casi. Ahora, es más feo que pegarle a un padre paralítico. El sobre es de un laboratorio, unos análisis, seguro. No me extrañaría que estuviera acojonado por si ha pillado la sífilis en un puticlú. Vamos, que me apostaría el Iphone contra la cartera esa cojonuda que tiene en la silla de al lado. Y que no le pega nada al pavo éste. Igual se la han dado en el banco por llevar los ahorros de su tía-abuela, o algo del estilo.

Me llega otro mail al móvil. Teresa. Ya no me llama, porque sabe que no se lo cojo, pero sabe que si me llegan los correos. Ha pillado el asunto, que no es nada tonta. Pero es igual, no lo voy a abrirlo, así que se jode igualmente.

Mira, ahora sigue el de antes diciendo que si nos vamos a quedar sentaditos al otro lado de la pantalla, viendo tan comoditos la revolución.

Pues claro.

Todavía no he acabado el vermouth .

9 de Febrero de 2011

No hay comentarios:

Publicar un comentario

 
Free counter and web stats