jueves, 18 de febrero de 2010

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No fui capaz de abrir el archivo . Cogí el teléfono con intención de llamar a alguien , pero no llegué a marcar ningún número . ¿ Como podía explicar lo que estaba ocurriendo en mi ordenador a nadie , y que resultara minimamente verosímil a esas horas ?




Entonces se me pasó por la cabeza que alguien me estaba haciendo una jugarreta informática . Pero , ¿era eso posible ? . Ese ordenador no se conectaba nunca a la Red . Pero por otra parte , también sabía de la existencia de sofisticados programas de Inteligencia Artificial , capaces de “escribir” , ateniéndose a determinados parámetros .



Vamos , lo que era ordenar palabras , por medio de la pura lógica …




Sin embargo , esa posibilidad , por mínima que fuera , se me antojaba un puro disparate .



Pero lo cierto es que no se me ocurría ninguna otra explicación .

Pensé en que al día siguiente llevaría el ordenador a mi tienda de confianza , y que el tipo que la llevaba , un viejo zorro muy espabilado , lo revisase de arriba abajo .




Sí , era una buena idea . Bastante aliviado , me fui a dormir

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