lunes, 13 de diciembre de 2010
El Despertador
Me regalaron ayer el cacharro.’ Es lo último’, me dijo mi compañera de trabajo. Lo mejor para despertarse. En lugar de un zumbido, o un timbre, o un beep , se enciende poco a poco una lámpara, y la luz te despierta poco a poco, dulcemente, sin ruido.
Y es así. He pasado del sueño a la vigilia casi sin darme cuenta. La luz me hace abrir los ojos. La luminosidad crece y crece. Intento apagar el aparato. No puedo mover un solo músculo. Al lado de mi cama, un pequeño sol me quema.
Vivo.
13 de Diciembre de 2010
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