miércoles, 20 de octubre de 2010

Añademe ( y 8 )



Hoy me dan el alta. Es lo que me ha dicho la enfermera del primer turno, la simpática. La pobre estaba cuando vino la poli a decirme que ella había muerto. En realidad, dijeron que no había podido sobrevivir a las consecuencias del accidente. Acto seguido empezaron a hacerme preguntas. Canté todo lo que sabía. Lo poco que sabía. Que yo no tenía problemas con nadie, pero que a ella la acosaba su ex.

Se pusieron muy contentos al oír esto. No lo reflejaron, claro está, pero yo lo vi en su semblante. Me dijeron que no encontraron el móvil de ella y que si sabía su número. Que con eso les bastaba de momento. La verdad es que yo no sabía mucho más.

Los del grupo vinieron el primer día a verme. Cuando se iban volvieron a decirme lo de la gira de Berlín. Que me vendría bien para desconectar, decía Jesús. Les dije que lo pensaría y seguido que vale. Así se largaron, y mejor todavía, no volvieron por el hospital.

Tampoco he llamado a nadie para que venga a recogerme. Le he preguntado a la enfermera maja si podría empujarme la silla de ruedas hasta un taxi. Me dijo que naturalmente, aunque un poco extrañada. Ha vuelto hace un rato a ofrecerse a acompañarme hasta casa, incluso. Supongo que le he tenido que dar mucha pena. Seguro que sabe toda la historia, pero eso me da un poco igual.

Pienso en sí vengarme de alguna manera. Y entonces me doy cuenta de que ‘pensar’ en una venganza es poco lógico. Eso se hace sin pensar. Lo que suele ser dramático. Y casi siempre, inútil.

Veo la vida
A cada paso
Ensanchando mi alma


20 de Octubre de 2010

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