viernes, 24 de septiembre de 2010

El Aullido de los Muertos



Albert levanta la mano reclamando atención.
- Yo tengo uno, es un poco largo ..pero ..
- Dale, dale le responden casi al unísono :
- Es de curas y monjas , a ver, va así :
- “Se pierden un sacerdote y una monja en una tempestad de nieve.
Después de un rato, llegan a una casita. Sintiéndose agotados, se prepararon para ir a dormir. Había una pila de mantas y un saco de dormir en el suelo pero solamente una cama. Siendo un caballero, el sacerdote dijo:
- -Hermana, usted duerma en la cama. Yo dormiré en el suelo en el saco de acampar. Inmediatamente que el se mete en el saco y sube la cremallera para cerrar el saco de dormir comienza a quedarse dormido y la monja dice:
- - Padre, tengo frío."
El cura baja la cremallera del saco de dormir, se levanta, busca una de las mantas y cubre a la monja con ella. De nuevo, el cura se mete en el saco, sube la cremallera y comienza a cerrar los ojos para dormir cuando la monja dice de nuevo:
- Padre, sigo teniendo mucho frío.
El sacerdote desabrocha el saco, se levanta otra vez, busca otra manta, la pone sobre ella y se mete en el saco de nuevo.
Apenas sus ojos se cerraron, ella dice:
- Padre, me estoy congelando..."
Esta vez, el permanece allí y dice:
- Hermana, tengo una idea. Estamos a millas de cualquier ser humano, alejados completamente de la civilización. ¿Por que no hacemos como si fuéramos marido y mujer?
- Por mi no hay problema- contesta la hermanita con voz coqueta.
A lo que el cura responde bramando:
-¡Pues levántate de la puta cama y busca tu propia manta!”

Hay risas abundantes. Albert piensa que tal vez el alcohol consumido previamente significa un 30% más de éxito. Por lo menos. Y, cosa rara en él, se acuerda de otro.

- A ver que os parece éste otro:

Entra un ladrón a una casa, estaban las luces apagadas.
Mientras busca como encenderlas siente una voz que dice:
-"JESUS TE ESTA MIRANDO".
No le dio importancia, le pareció producto de su imaginación, al rato:
-"JESUS TE ESTA MIRANDO".
Ya un poco más asustado logra encender las luces, se da vuelta, y se encuentra con un loro.
-"JESUS TE ESTA MIRANDO".
-"ERAS VOS EL QUE HABLABA, COMO TE LLAMAS?",
Y el loro le contesta: -"PEDRO".
El ladrón le dice:
-"QUE NOMBRE RARO PEDRO PARA UN LORO", y el loro le dice:
-"MAS RARO EL NOMBRE JESUS PARA UN DOBERMAN".

Las risas se redoblan. Albert se acuerda de un tipo que decía saber de esto. ‘De más largo a más corto’, aconsejaba. Y, ahora a rematar con el del Titanic.

- El último, y le paso ya el turno a otro:

Se hunde el Titanic. El capitán le dice al contramaestre:
- Venga, coja ese pico, rompa la ventanilla, y larguémonos en un bote salvavidas.
- Pero, capitán, aún hay mujeres a bordo...
- Si, hombre, p’a follar estoy yo ahora.

Hay un estallido brusco de carcajadas. Carcajadas interrumpidas por la irrupción de una enfermera, que sin decir palabra, empuja la cama de Albert con suavidad, sacándole de la habitación de la clínica.

24 de Septiembre de 2010

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