viernes, 10 de septiembre de 2010

Hablando con la pared


Eres un estúpido. Qué manera de meter la pata, diox. Nunca te das cuenta, jodel . Leer entre líneas. Leer entre líneas. Si quieres te lo repito otra vez. Pero es igual, te embalas y te crees que la película es cómo tú crees. Y, no, pero tranqui, que al final ya te darás cuenta.



Lo que pasa es que eres un descreído. Te crees que todos son igual de hijoputas que los hijoputas que has conocido. Y no se puede andar así por la vida. No sin volverte loco. Que ya te lo advirtió Isa, ¿te acuerdas?, ¿eh?



Pues sí, ahora sólo falta que me recuerdes a ésa. Mira, no me quiero poner desagradable. O no más de lo necesario. Además, esto es entre tú y yo. O entre yo y tú, que es lo mismo.



Te rilas a la mínima. No quieres oír las verdades y ahí estás, escribiendo historietas que no se cree ni su madre. Que te piensas que estás escribiendo la versión compacta de… , de … de lo que sea. Yo creo que hasta te lo estás creyendo y todo, tío.



Y, dale. Todo el rato vienes a decir que estoy perdiendo la chaveta. Que me alejo de la realidad. Pero, qué leche de realidad ni que ocho cuartos .. Anda que, no es viejuno ni nada esto de los ocho cuartos…



Se te ve el plumero a la mínima. Hasta tú das cuenta. Y te falta mano izquierda. Mucha. Te crees que no, pero pasas mucho de la gente. Y, claro que se dan cuenta, claro que se dan.



Mira, que te den. Voy a hacer algo de provecho. A bajar la basura.



6 de Septiembre de 2010

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